Tras la conquista española, la población amerindia padeció distintas consecuencias, como: la imposición de la cultura europea, la expropiación de tierras, la estratificación social, la pérdida de diversas lenguas maternas, entre otros. Las causas de dichos perjuicios suelen abordarse desde una perspectiva socioeconómica, antropológica, histórica, sociológica. Pero en este ensayo ofrezco una explicación diferente, desde un punto de vista moral, a la que denomino eticismo histórico, y que propongo como una teoría capaz de explicar las causas éticas que afectaron a los amerindios en su deshumanización como individuos.
Eticismo histórico
Es importante señalar que el enfoque ético al que adscribo en este ensayo es al deontológico, es decir, a la teoría ética de los derechos y deberes. Sin embargo, existen ciertos elementos externos considerados para constituir una ética racional, fundamentada en la lógica y en los hechos, frente a las teorías que consideran las convenciones sociales o el consecuencialismo como el utilitarismo. Mi objetivo no es proporcionar un fundamento a la ética, ni entrar en problemas fundamentales de la filosofía moral, sino ofrecer una explicación a partir de la asimilación y aceptación de determinados principios universales, que han sido indispensables en el desarrollo y progreso social. Por ejemplo: el principio de igualdad y el principio de respeto al valor moral o la dignidad de los individuos.
Defino al eticismo histórico como una teoría, que explica las causas éticas o morales de las acciones e intenciones humanas en la historia, por ejemplo: la causa ética de la esclavitud humana o la trata de mujeres, que reconocemos como el racismo y el sexismo. Esto se diferencia del método emic y etic, que son dos métodos diferentes utilizados en la investigación antropológica, que tienen la finalidad de analizar y comprender los fenómenos culturales o históricos. El primero de ellos es el método Emic (de la visión del nativo), que consiste en la comprensión interna del fenómeno cultural, es decir, desde el individuo mismo: sus propias experiencias, valoraciones internas. Por el contrario, el método Etic (de la visión del analista), se centra en el análisis externo al sujeto, es decir, el analista utiliza herramientas analíticas, marcos de referencias, categorías y conceptos para analizar el fenómeno cultural. Este ensayo es una aproximación inicial a una propuesta diferente. No me refiero a la antropología ni a otras disciplinas que suelen dejar al margen el análisis filosófico, sino a la filosofía misma. Precisamente a una teoría a la que denomino eticismo histórico.
Sostengo que el eticismo histórico tiene tres pilares fundamentales: el respeto a la dignidad, la consideración del principio de igualdad, y por ultimo, la consideración de los hechos. De esta manera, podremos analizar los distintos prejuicios y perjuicios que afectaron a la población amerindia, y que tuvo grandes consecuencias para su identidad cultural.
1.1 Primer pilar: el respeto a la dignidad
La dignidad o el valor moral, corresponde al deseo o la estimación de la propia conservación física y psicológica que todo individuo posee, es decir, los individuos se valoran a así mismos. En efecto, todos los individuos desean continuar existiendo en este mundo, y además conservar su integridad tanto física como mental. La explotación de alguien implica una negación de esa dignidad, pues se instrumentaliza al individuo como si fuese una cosa, carente de intereses, voluntad y poder de decisión.
En un sentido meramente semántico, explotación significa obtener un provecho o beneficio a costa de alguien o algo. Cuando se trata de objetos no resultan en un problema en sí mismo, pues la categoría de cosa carece de valor propio. Solamente resulta en un problema ético, si los conflictos de intereses vulneran los derechos o la dignidad de alguien. Por ejemplo: la explotación de los recursos naturales o la explotación agrícola. Por el contrario, la explotación de alguien implica la negación de su dignidad o del valor moral, es decir, su cosificación: reducir a alguien a la condición de cosa. La explotación significa tratar a alguien exclusivamente como un medio para satisfacer intereses ajenos a su voluntad. Ejemplos de explotación: la esclavitud del pueblo amerindio, la esclavitud del pueblo afroamericano y la trata de mujeres indígenas. Por lo tanto, lo opuesto a la explotación es el respeto al individuo de manera plena, es decir, tanto de manera física como psicológica, tener consciencia de su individualidad y jamás interferir en su desarrollo natural y personal. Esta es la diferencia entre considerar moralmente a alguien distinto de algo.
En términos morales, el concepto de explotación y esclavitud no tienen diferencias sustanciales, pues en ambas implica usar a los individuos exclusivamente como un medio para satisfacer intereses ajenos a su voluntad. El concepto de esclavitud está referido inicialmente a los esclavos africanos, para describir la forma extrema de explotación y a su condición de propiedad. Sin embargo, el concepto puede ser igualmente aplicable a la realidad pasada de los pueblos indígenas.
1.2 Segundo pilar: la igualdad
El principio de igualdad establece que todos los individuos deben ser tratados por igual, con independencia de las características externas como el sexo o la raza. Por ejemplo: considerar al mismo nivel el interés por la libertad de un indígena y un conquistador español, pues la raza es irrelevante. Ambos individuos tienen el mismo interés por la vida, pues la raza es una característica que no afecta dicho interés.
1.3 Tercer pilar: los hechos o los datos empíricos
Finalmente, aquí me refiero a los hechos y una de sus características fundamentales: la objetividad. Los hechos pueden ser materiales o inmateriales. Por ejemplo: cuando decimos que el pueblo amerindio padeció explotación o esclavitud, estamos hablando de un hecho objetivo, por más interpretaciones éticas que queramos darle. De la misma manera cuando decimos que el asesinato o la agresión física, significa atentar contra la integridad física y psicológica de alguien. Los datos empíricos deben ser siempre verificables y objetivos, porque no están sujetos al relativismo ni al capricho personal.
El eticismo histórico es contrario al relativismo cultural
El relativismo cultural es un concepto fundamental en la antropología, y ha tenido una perspectiva influyente en la disciplina y en la sociedad. Su alcance ha sido tal, que hoy en día forma parte de diversos debates y objeto de críticas, pues sostiene una serie de consideraciones valóricas a las tradiciones culturales, como la tolerancia y respeto por la diversidad cultural. Resulta necesario mencionarlo en este ensayo, porque el relativismo cultural es contrario a los pilares anteriormente mencionados, y porque además resulta en una problemática para analizar objetivamente los perjuicios que padecieron los amerindios. Lo que pretendo aquí es ofrecer un análisis ético, que va más allá de los datos históricos. Un análisis que rechace el relativismo cultural y que vea la objetividad en los hechos, sin importar la predominancia de una cultura sobre otra.
Frente a las críticas del absolutismo moral o la idea de que existe un conocimiento objetivo, válido y universal en ética, se identifica una falacia general de los relativistas culturales, que consiste en argumentar a partir de las diferencias entre perspectivas culturales y llegar a una conclusión acerca del estatus de la moral. En otras palabras, los relativistas concluyen que no puede haber una ética objetiva y universal, porque existen códigos éticos diferentes en las sociedades humanas. Por ejemplo: en la cultura incaica se valoraba la reciprocidad, la colaboración comunitaria y el respeto por la naturaleza. Por el contrario, en la cultura de los conquistadores españoles, se consideraba la nobleza y la autoridad, además de la explotación de los recursos para beneficiar a la corona y para el enriquecimiento personal. Por lo tanto, según el relativismo cultural, no hay conocimiento moral acerca de la autoridad o la jerarquía, ni de la explotación de los recursos naturales. De esta manera, las cuestiones éticas de la historia humana quedarían marginadas a meros datos históricos.
Los perjuicios cometidos contra el pueblo amerindio
1.1 ¿Los indígenas realmente trabajaron para los españoles?
Primero es fundamental que comprendamos que no puede haber trabajo, aunque sea asalariado (independiente si es proporcional o no a la fuerza del trabajo), si carece del consentimiento por parte de los indígenas y el respeto a su dignidad. Lo contrario al trabajo es la esclavitud, el hecho que los individuos reciban un salario no lo vuelve en trabajo ni legitima moralmente la actividad. Los esclavos negros también recibían una cierta retribución para mantener funcionalmente sus cuerpos, como la comida, agua y techo. Lo monetario no distingue la esclavitud del trabajo, sino el respeto a la dignidad y el consentimiento.
Tras la llegada de los conquistadores españoles a América, los pueblos indígenas fueron despojados de sus tierras, donde tenían sus modos de vida y sustento. Se vieron obligados a servir a los españoles, como en plantaciones, encomiendas y en minas, donde tenías pésimas condiciones tanto físicas como psicológicas. La actividad que hacían era forzada, donde existían prácticas abusivas que hoy en día lo consideraríamos en la categoría de la esclavitud. Por lo tanto, los indigenas no dieron su consentimiento para trabajar con los españoles, pues hubiera implicado una serie de requisitos éticos. De los requisitos que podemos mencionar, es fundamental el consentimiento. El consentimiento es un mutuo acuerdo compartido, debe existir igualdad de información o conocimiento entre las partes involucradas. El consentimiento no puede ser dado bajo la manipulación o acciones forzosas, ignorancia o vulnerabilidad, ya que exige un estado consciente e informado, donde prima la voluntad y la libre expresión.
1.2 Evangelización
La narración y disertación evangelizadora tenía pretensiones de salvación, pues reconocían el alma racional (1) de los indigenas, es decir, la idea de que estaban compuestos por un cuerpo y un alma, y que esta última era la que los diferenciaba de los demás animales. Al reconocer esto, se inició una campaña destinada a la salvación de las almas del pueblo indígena e introdujeron una nueva concepción de la persona humana. Sin embargo, la concepción del alma racional no implicaba la consideración de la dignidad del individuo, sino que se basaba en raíces de la teología cristiana.
La cultura y educación impartida por la comunidad eclesiástica, cae dentro de la categoría de lo hoy conocemos como educación bancaria (2). Se educaba a los indígenas dentro una realidad fija, configurada, estática, detenida, sin posibilidad de cuestionamiento ni reflexión alguna. El indígena se consideraba un sujeto pasivo en el proceso de evangelización, donde no tenía derecho ni voto para elegir sus propias creencias o formas de ver el mundo.
1.3 Pérdida de la lengua materna y pérdida de la identidad cultural
La lengua materna es el primer idioma o la lengua natal, que los humanos aprenden en su infancia. Este primer idioma es transmitido por la madre o el entorno familiar en los primeros años de vida, formando la base para la auto-expresión. De sus características que podemos mencionar, incluyen:
• Aprendizaje natural: Los humanos aprenden de manera natural o innata la lengua materna, tras la interacción en el entorno familiar. Estamos capacitados para aprenderla sin dificultad ni esfuerzo.
• Identidad cultural: La lengua materna nos transmite una forma de pensamiento, es decir, una cosmovisión que nos posibilita crecer y desarrollarnos en este mundo. Es más que un medio de comunicación, pues adquirimos una serie de creencias de cómo ver el mundo y a los seres que lo integran, que luego se refleja en las tradiciones y en la herencia cultural.
• Desarrollo cognitivo y comunicación emocional: La lengua materna cumple un rol esencial en el desarrollo cognitivo e intelectual de la persona, además de ser el medio para expresar las emociones, sentimientos y entablar relaciones afectivas o emocionales con los demás.
La conquista española y la introducción de su cultura, significó un perjuicio para la mantención de la diversidad de lenguas maternas del pueblo amerindio. De las consecuencias que podemos describir, tenemos al menosprecio, marginación y desplazamiento de las lenguas indígenas, al considerarlas inferiores en comparación con la lengua española, que se imponía como la oficial por las autoridades coloniales y la comunidad eclesiástica. Otra de las consecuencias a la lengua materna de los pueblos amerindios, fue la desaparición de términos quechuas como sonco en la cosmovisión incaica. El término sonco fue traducido inicialmente como alma y corazón, pero luego desapareció esta conexión en los diccionarios españoles, a causa de los conflictos con la iglesia. El hecho de identificar el alma con el cuerpo, que es materia, desploma la estabilidad y edificación de los valores en que se sustentan las ideas religiosas de la época, y por tanto la trascendencia del hombre. En efecto, el concepto sonco resultaba en una incompatibilidad con el pensamiento teológico, pues presupondría una superioridad del cuerpo frente al alma. Para la comunidad religiosa, el alma pertenece a una naturaleza diferente a la del cuerpo, el alma estaba contenida en el cuerpo y no al revés.
La causa ética del menosprecio de la lenguas indígenas, se debió a la desconsideración de los indígenas en su calidad como personas dignas de respeto o de consideración moral. Considerar la lengua materna de un individuo o de una comunidad, es consecuencia de la consideración de la dignidad, el valor moral o la calidad de persona de los individuos involucrados. Aquí se violó tanto la igualdad como el respeto al valor moral de los individuos, pues reconocer la dignidad de alguien implica necesariamente reconocer y tener conciencia de la cosmovisión expresada por medio de la lengua materna. Esto tiene como resultado la anulación del individuo en su libre pensamiento y expresión cultural, es decir, en su voz propia.
Comentario final
Este ensayo sólo ofrece una aproximación inicial al análisis de los perjuicios que padecieron los amerindios, y no constituye un análisis acabado del tema. Sin duda, la temática merece profundización, ya que las causas éticas suelen ser marginadas del estudio histórico y antropológico.
Notas
(1) Es la nueva condición humana, adaptada por San Agustín a partir del alma racional de Aristóteles: la posición de un alma racional que diferencia de las razas salvajes y monstruosas.
(2) Término acuñado por el pedagogo Paulo Freire, en su obra Pedagogía del oprimido. El concepto hace referencia a la educación tradicionalista, que concibe al estudiante de forma pasiva que adquiere el conocimiento impartido por el maestro.
(3) Se dice que Cristobal Colón reconoció la humanidad de los indígenas, pero esto no es cierto del todo. La consideración de la humanidad siempre estuvo enfocado en la capacidad de razonar para convertirse al cristianismo.
Referencias
Rachels, J. (2003). Introducción a la Filosofía moral. Fondo de la cultura económica.
Alexandre SURALLÉS, Interioridad, corazón y alma en América india, texto que trae el
libro, Le moi et l’interiorité [El yo y la interioridad]. Artículos reunidos por Gwenaëlle
AUBRY y Frédérique ILDEFONSE, Vrin. Colección, Textos y tradiciones, N°17, Paris,
2008, pp. 295-312.
Hernández, F. (2009). La concepción del hombre entre los incas. Allpanchis, año XLI,
n.o 75, 1.er semestre, 2010, pp. 33-57. ISSN 0252-8835
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